jueves, 26 de mayo de 2011

Sin vanidad

muchas veces errando el camino,
renacen los faros.

cúbito, radio, calcificaciones que florecen
junto a la esperanza del derrotado.
Ojalá algún día me levante,
y me lleve a toda la tierra conmigo,
a todo el loco, a todo el lodo

el cielo hecho rombos
que cambian de color,
un aroma ámbar
el horizonte de cristaliza y muta
y yo pegado al piso
cada vez más.
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tengo muchas preguntas a mi alrededor
merodeando mis pasos
mis rodillas sangran tierra,
la piel se me cae violácea, exhausta.

avanzo a pesar de mi,
cuerpo que se parte en ruegos y azufres.

amanecen los truenos
como espigas,
cada vez hay menos de mi para destruir
el dolor se desdibuja en la normalidad
del que fue ciego por opción.
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no hay que pensar en el rumbo
cuando te lleva la confianza,
cae un bombardeo de ideas que te marcan el oscuro
sol de la mentira.
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Hoy solo tengo una esperanza, que tiene forma de poder superior. Es ese poder o la muerte. Y no quiero hablar de suicidio, soy cobarde pero no tanto. Cuando me refiero a la muerte, quiero decir que si pierdo las batallas de la fe, seré un tipo más, cada vez más tipo más, un frustrado. Estoy peleando por mi vida espiritual, por vencer a mis miedos, a mis compulsiones, y cada poema es una espada fulgurante, un escudo. Cada escrito es una forma de decir, acá estoy loco, me planto acá y te veo venir, ultimamente, creo que ya no lo veo venir al dolor, ya me ahoga, pero no importa, voy a seguir acá. Voy a seguir escribiendo, aunque me tilden de pretencioso. Voy a seguir tratando de saber quien soy. Voy a luchar por mi fe.Estoy harto de sentirme ínfimo, de que me vean ínfimo. Tengo mucho para dar, aún hoy que estoy de rodillas, aún hoy que no tengo nada, que ya no tengo eso por lo que daba mi vida y por lo que creo yo, di lo mejor y decidí soltarlo para que no me padezca más. Reconozco que hay momentos en que el sin sentido, se burla de mi, y yo me dejo llevar. Me dejé llevar. Quiero levantarme, a vos te hablo, te pido que me ayudes a pasar por esto, a transistar la miseria y a ponerme de pie, a caminar en paz hacia el final de mis días. Se que estás, y se que ves cada una de mis recaídas y de mis intentos. Al único que puedo pedirle ayuda, límites y todo lo que necesito es a vos.
Me voy a la facultad.
Gracias siempre gracias, por todo lo que me das señor.

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