sábado, 7 de enero de 2012

Séptimo día

(Y el séptimo día Dios descansó.
No por eso el mundo lo hizo.)

Viniste,
en la punta de las estrellas,
gambeteando misterios.

un número que se suma perfecto,
explotan las notas
en tus manos,

Exploto en silencio,
despierto, sobrio
sin más que la tarde navegando mi balcón.

Llegará un sueño octarino,
un labio perfecto,
pronto la marea habrá cambiado
para nunca más volver.


No hay comentarios: