Hoy le escribo al tiempo.
A veces cruel y tirano.
Otra tantas laxo.
Mis palabras cortan al viento y a mi pena.
Destinado a vagar
mis palabras.
Solo lo muerte sabe cuanta vida
hay por delante,
solo ella digita nuestra suerte
y nosotros
ilusos hablamos de libertad.
Hoy el tiempo es ambiguo.
Le sonrio a los fúnebres,
y lloro rodillas,
no padezco,
simplemente lloro y expulso.
Mi llanto despide al difunto,
mi llanto recibe el sabor del mar en febrero.
Hoy le escribo al tiempo,
cada día, cada segundo que se convierte en mes,
hoy sonrio, y lloro, y canto y todo
y todo aire para seguir hablando.
Mi vida es plena y compleja,
mi vida le pregunta al viento y entiende la respuesta.
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