el peso de lo que no se puede obviar.
Poemas y referencias, vientos de cambios y a la vez el estatismo que da la certeza del sentir. Esa táctica, que afirma a la estrategia, esa decisión con la que uno se hunde y sale a flote. Esto sonó medio Arjona -el otro día escuché una versión de ¡¡¡Thalia!!!, era lo que le faltaba al mundo-, sepan disculpan, ese tipo me traumó.
(Esa ansiedad de tus notas,
complejas,
el paso tenebroso del piano,
la guitarra que se escurre entre las teclas)
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Amigándome
Anochecen nervios
entre mis dedos,
fulguro huesos,
ya no tengo que traicionarme
solo alinear mis mentiras
frente al paredón.
Ya te sangré demasiado,
ahora recorro laberintos
sin excusas,
laberintos rotos,
húmedos,
los muros,
evaporados,
los muros,
Hasta el sol se evaporó en mis ojos,
y decidió rearmarse.
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(esto es otra cosa)
Ahora el caos de los payasos,
la neurótica mirada que de los circos,
y te veo verde y blanca,
algo ópaca.
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