lunes, 18 de marzo de 2013

Vine al Coliseo a prenderme fuego

Hoy vine a inmolarme, a vender mi nombre y volver a nacer. Ardí y vi como mis tendones se desparramaban  en las grietas de la calle, como fluían brilloso, lava muscular, por las calles. Vine, y me di cuenta que la vida es siempre estar de un lado o del otro, que la humanidad es así, que no existen los puntos medios - en dónde solo quienes se dedican a la meditación y a la comunicación espiritual plena pueden vivir-, sino las delgadas lineas. Vivimos en un mundo antagónico, Boca-River, Cielo o Infierno, Perón o Muerte o Alem o Mao o Trotsky o Stalin o Bush o. La cosa es mucho más plural pero siempre nos remitimos a las dicotomias, siempre.

1 comentario:

Ire dijo...

Lo asocié con este poema de Pizarnick:

"CIELO

mirando el cielo

me digo que es celeste desteñido (témpera azul puro después de una ducha helada)

las nubes se mueven

pienso en tu rostro y en ti y en tus manos y en el ruido de tu pluma y en ti
pero tu rostro no aparece en ninguna nube!
yo esperaba verlo adherido a ella como un
trozo de algodón enyodado dentro de la tela adhesiva sigo caminando

un cocktail mental embaldosa mi frente no sé si pensar en el cielo o en ti
y si tirara una moneda? (cara tú seca cielo)
no! tu ser no se arriesga y yo te deseo te de-se-o!
cielo trozo de cosmos cielo murciélago infinito inmutable como los ojos de mi amor

pensemos en los dos

los dos tú + cielo = mis galopantes sensaciones biformes bicoloreadas bitremendas bilejanas lejanas lejanas

lejos

sí amor estás lejos como el mosquito
sí! Ese que persigue a una mosquita junto al farol amarillosucio que vigila bajo el cielo negrolimpio esta noche angustiosa
llena de dualismos "