(Ritmo glorioso,
en medio de la noche
sin miedo,
algo empedrado.
florecen las dulzuras de la luna
sin apuro,)
Sigue vivo entre mis pieles
el correr de tu lágrima,
sigo rezando por vos
bajo el reflector.
Tuve que salir loco
a abrazar un huracán,
dividido y desnudo
hoy quemado,
camino los pasos de las velas,
mi piel desfigurada ya no tiene dudas
de haber vivido.
Yo no soy un traidor
de nuestra causa,
solo soy un suicida,
un confabulado
métrico.
(Confio en que
siempre hay esquinas para
tomar una coca con el destino)
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