domingo, 18 de marzo de 2012

redondo

Gotean las notas de tu guitarra nocturna.

La sangre espesa recorre el vacío
la luna es fractal,
se esparce en el horizonte,
se condensa en la ventana,
bien del conourbano.

El tren azota al silencio,
sustancias que se conjugan
con la humedad del cuarto,
con el rocío incipiente
el sueño es ambiguo.

II

Puertos sedosos, sensuales,
la bruma es eléctrica y azulada:

El vino ferroso de la noche,
es solo un testigo
de los pasos, de esos pasos
del tumulto del aire,
hacia vos, hacia mi,
luego, el mar que nunca duerme.

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