viernes, 25 de julio de 2008

siddharta

No dejo de pensar en un libro que no leí. Mi cabeza decidimente desvaría, asocia las cosas de maneras que me sorprende. Ni genial ni estúpido, desviado de la lógica podría decir. Mentalmente estoy quebrado. La verdad es que lo que se me permite ver es mi confusión, o que mi claridad es oscura para otros y empiezo a bambolearme en ideas, recuerdos y presentes absurdos.
Me cansé de pelear, pero todavía sigo. ¿cuándo llegará el día de la derrota?, solo arrodillado puedo ver que no estoy muerto.
También estoy un poco cansado de esforzarme por cosas que nadie me pide, por cosas que muchas veces no logro ni remotamente entender.
Quizás estas palabras me sirvan para sentirme lo suficientemente humillado, incomprendido e incomprensible que sea necesario.
ya desde chico asociaba las cosas distinto. Siempre sentía que iba un paso más adelante. Pocos pudieron ver eso y ahora me siento un soberbio muchas veces por pensarlo. Muchas veces llegué a las ideas muchas después de iniciarlas, ya habiendo abandonado su búsqueda.
También se que yo creía ser felíz hasta que me mostraron lo cruel que se puede ser con alguien que no sabe poner límites. Que a partir de ahi, nunca volvi a ser el de antes, ni a tener la fluidez de antes. Ahi se rajaron mis ideas, ese bloque macizo de pensamientos que brotaba se volvio polvo, se voló de un lado al otro y yo atrás, como loco, dividido (usando a Spinetta, su división de las cosas). Me invade muchas veces la amnesia de querer recordar todo, de comprender todo.
Todavia encuentro refugio en el estudio, es como que ahi nadie puede meterse conmigo, me siento seguro de mis ideas y muchas veces contruyo la verdad en base a esas y no a otras quizás más iniciales, escenciales.
Me encuentro en este momento en un callejón soleado, como en esas películas ochentosas, con un color medio de muerte, luminoso pero de muerte, revolviendo la basura de mi historia.
Hasta acá llegué hoy.
Por último dejo una idea de cómo pienso, quizás en el idioma que siento mejor manejo.

Así surgen las ideas
Como brotes de agua hace el cordón de la calle
Esa frescura casi absurda
Sobre el cemento imcomprensivo
Pero contenedor
Jugando a no usar ciertas
A buscar uan belleza más rústica,
El poema se muerden los labios, sangra
Recorre la ciudad buscando ese brote
Para limpiar la herida

1 comentario:

Anónimo dijo...

Marco escribis muy bien y yo creo que ahi esta tu arte,lo podés usar de catalizador.
Cuando estoy en momentos críticos hago una pausa interna de 5 minutos(como cuando te tomás un te la Virginia) y luego repaso en que momento me perdi, entonces retomo de nuevo el viaje.
Me gusta eso de que sabías que estabas un paso adelante de los demás.