lunes, 30 de junio de 2008

Sin deudas

Escribo así, despojado de miserias, a la espera de ser padrino -quizás en este momento Anabella este pujando y el pequeño Federico Agustín Monteleone vea la luz finalmente- escribo.
Busco en el cielo cambiante un poco de reposo, y me tropiezo con nubes que van y vienen, negras y celestes, el tiempo ruge, frunce el entrecejo y sigue. Vos, en calles incaicas, cerca de la tierra del cuatro y los aztecas estás, y yo lo se, y ahi vuelvo a empezar, vuelvo a tener ganas de ver lo cotidiano con buenos ojos.
Creo que nadie va a enteder la emoción de ver perros con folios en la boca, de verlos dormir la siesta apoyados frente aun patruyero ni porque el colectivo 7 merece nuestro respeto, y me alegra que así sea, mucho menos que en mardel hay una Vorágine intempestiva.
No me lo van a creer pero mientras escribía snó mi celular y me enteré que ya nació el pequeño...saqué mis cuentas y nació cuando yo empecé a escribir estas lineas. No puedo seguir. Desde ahora soy el Padrino

1 comentario:

Vane dijo...

Padrino... Federico abrio los ojos y ya sabe quien sos.

Caigamos en esto una vez mas, En el fondo somos un asunto de luz
Aquí terminan las obras del mar las obras del amor, y todos jugamos a ser la Muere Escarlata.

Poesía ¿Ese es tu cascaron?

Pongamos las mejillas a esta erosión, no puedo pedirte lo que no te doy.
Juguemos a que no sabemos de qué cifra hablamos y corramos en círculos; a ver como sale...