Realmente tuve tantas cosas en mi cabeza estos días, que no había prestado atención a todo lo que venía pasando. Habiéndome inundado de notas, declaraciones, pensamientos, opiniones, me tiro de cabeza al teclado. Como es lógico, necesité de un par de minutos para recuperarme del golpe que me di contra el teclado, contra la falta de ideas que nace cuando uno tiene algo que decir.
Siento que lo más rescatable de todo esto, es que hay cosas que se vuelven tan evidentes, que ya casi da asco. Ver la impunidad de D'Elia golpeando, vociferando. Ver que la Presidenta -debo reconocer que su discurso fue muy bueno, muy convincente- demostró un nivel de necedad increíble. Ver como los grandes productores usan al pequeño para escudarse en sus reclamos y seguir facturando. También, y lo más importante, que hubo espontaneidad en el apoyo a los camperos, que si bien dificilmente salgamos bien partados de todo esto -según un amigo, este país no tiene chances-, es sano que la gente no responda al pateterismo, que los deje pegando piñas al aire. Lo más lamentable fue que muchos declaron de manera apocalíptica, y en momentos tan delicados, lo peor que nos puede pasar es infundir el pánico, por eso, hay que tener cuidado y no sobrecargarse de información. Esta reseña me sirve para transpirar la información, sacarla de mi mente.
PD: Ayer vi un rato los premios Gardel, y mis respestos a Calamaro, pero por favor, encierrenlo, no puede más de la merca. Dijo cosas ciertas pero criticó la protesta del campo gratuitamente. Flojo pibe, flojo.
PD:Patito feo es deprimente
PD:Hasta ayer, nome había dado cuenta de la humildad que emana el Chaqueño Palavecino, no dijo nada contundente, pero me conmovió.
PD:El Bebe Contempomi es bizarro.
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